Con casi 600.000 kilómetros cuadrados, Alaska es el estado más grande de EE.UU. y alberga la última frontera verdadera del país. Sus diversos paisajes incluyen desde costas escarpadas hasta montañas elevadas, glaciares y lagos centelleantes en los que uno puede sumergirse en la naturaleza mientras observa la abundancia de vida salvaje.
Aunque la mayoría de la gente está familiarizada con lugares como Anchorage, Fairbanks y Juneau, los pueblos de Alaska son fantásticos para disfrutar del paisaje y observar todo tipo de animales en tierra y agua.
1. Haines
Situada en un profundo fiordo en una estrecha península del sureste de Alaska, Haines es una de las pequeñas ciudades más bellas de Alaska. Está rodeada por 20 millones de acres de zona salvaje protegida, mientras que las montañas Takinsha se elevan por encima y la famosa Reserva de Águilas Calvas de Chilkat, que alberga la mayor concentración conocida de esta especie en el mundo, está justo en sus afueras. No es de extrañar que éste sea un lugar estupendo para observar a estas enormes aves, y Haines también acoge el Festival del Águila Calva cada año en noviembre. También son frecuentes los avistamientos de ballenas y osos. Un centro de vida salvaje cercano ofrece encuentros garantizados con animales huérfanos o abandonados, como osos pardos, lobos, linces, renos y puercoespines.
2. Homer
Homer es un panorama espectacular de picos nevados, montañas imponentes, glaciares, playas y el Homer Spit, una larga franja de tierra que se adentra en la brillante bahía, donde se puede disfrutar de la pesca, la pesca en la playa y la observación de aves, con más águilas calvas de las que puedes contar. Se considera uno de los mejores lugares para visitar cuando se explora la península de Kenai, en Alaska. También se pueden ver alces, aves acuáticas y todo tipo de aves marinas. Justo al otro lado de la bahía está el Parque Estatal Silvestre de la Bahía de Kachemak, un paraíso de 350.000 acres de glaciares, montañas, calas protegidas para remar y un extenso sistema de senderos para hacer senderismo. La propia ciudad artística alberga muchos restaurantes estupendos, cafeterías en casi todas las esquinas, galerías de arte, museos, teatro en vivo y locales de música.
3. Ketchikan
Situada en el extremo sur del Pasaje Interior, la red de vías fluviales que serpentea a través de algunos de los paisajes silvestres más impresionantes del mundo, Ketchikan es una atractiva ciudad de Alaska con mucho que hacer, famosa por su salmón, la cultura de los nativos de Alaska y la vida salvaje. Las excursiones guiadas suelen incluir el avistamiento de osos, visones, martas, águilas calvas, búhos y osos. También puedes ver cómo el salmón real sube por los arroyos locales para desovar. Eagle Creek, uno de los arroyos más ricos en desove de salmón del estado, alberga un criadero de peces. Los vuelos en hidroavión te llevarán por encima de los Fiordos Brumosos y también podrás observar ballenas, leones marinos y otra vida marina desde la orilla.
4. Skagway
Skagway se caracteriza por sus aceras de madera, salones y tiendas anticuadas, mientras que personas con atuendos de principios del siglo XX saludan a los visitantes como lo hacían en su época de esplendor, cuando más de 40.000 personas llegaron con la esperanza de hacerse ricos rápidamente con el oro. Hoy, todo esto forma parte del Parque Histórico Nacional de la Fiebre del Oro de Klondike. Pero esta hermosa ciudad también ofrece un paisaje y una fauna impresionantes. El río Taiya fluye en las cercanías y ofrece magníficas vistas de los glaciares y abundante vida salvaje, como osos y águilas calvas.
5. Seward
Seward ofrece un poco de todo lo que Alaska tiene que ofrecer, por lo que es ideal para los visitantes con poco tiempo. Se puede llegar fácilmente a través de uno de los viajes más pintorescos del mundo por la autopista Seward desde Anchorage. Podrás contemplar las espectaculares vistas de las costas del Brazo Turnagain, los imponentes y escarpados picos de las Montañas Chugach, las cascadas, los glaciares y los lagos del valle, mientras observas a los alces, las águilas y los osos. En la Bahía de la Resurrección de Seward habitan ballenas jorobadas, orcas, focas de puerto, marsopas, nutrias y leones marinos, mientras que las águilas calvas pueden verse en casi todas las direcciones.
6. Sitka
A Sitka, situada en el extremo sur de la isla de Baranof, sólo se puede acceder por mar o por aire. Gracias a su ubicación frente al mar, es popular para practicar el kayak, la pesca y muchas otras aventuras al aire libre, mientras que algunos de los animales salvajes que se pueden avistar son ballenas jorobadas, leones marinos, focas de puerto, nutrias marinas, colonias de aves marinas y, ocasionalmente, orcas. En la ciudad, disfruta del encanto de un pueblo pequeño con galerías, restaurantes, cafés y tiendas únicas. Algunas de las atracciones más populares son el Centro de Rapaces de Alaska, la Colina del Castillo de Baranof, el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Saint Lazaria y el Museo Sheldon Jackson.
7. Talkeetna
Situada bajo la sombra del monte Denali, Talkeetna se fundó en plena fiebre del oro de Alaska. Hoy en día atrae a visitantes que quieren disfrutar de una excelente pesca en los tres ríos que confluyen aquí, así como de paseos en kayak y en cuatro ruedas. El invierno es popular para las motos de nieve, los trineos tirados por perros y el esquí nórdico. En esta zona viven caribúes, alces, osos pardos, ovejas, osos negros, lobos, zorros, nutrias, águilas y mucho más. Da un paseo por la ciudad para ver los edificios históricos que son un testimonio de la artesanía local, y que albergan pintorescas tiendas, cervecerías y restaurantes locales.
8. Gustavus
Gustavus es una base popular para visitar la cercana Bahía Nacional de los Glaciares, un tramo de 65 millas de glaciares, fiordos y vida marina, con unas 40 especies diferentes, como ballenas orca, jorobadas, marsopas de puerto, focas de puerto, leones marinos de Steller y nutrias marinas. El pueblo en sí sólo tiene unas pocas carreteras pavimentadas y una población de sólo unos 400 habitantes, aunque hay un puñado de restaurantes, cafés y tiendas de café. Es el lugar al que debe ir quien busque paz, soledad y un paisaje salvaje.
9. Kodiak
Kodiak es la principal ciudad de la isla de Kodiak, a la que se llega en un ferry panorámico desde Homer, o en un vuelo desde Anchorage. Si te alojas aquí, en este asentamiento avanzado, estarás rodeado de hermosos paisajes y, al mismo tiempo, en el mejor lugar para ver un oso Kodiak. Hay kilómetros y kilómetros de senderos para hacer senderismo, oportunidades para aprender sobre el pueblo indígena alutiiq, especialmente en el Museo y Depósito Arqueológico Alutiiq, y múltiples excursiones para ver los famosos osos.
10. Petersburg
Peter Buschmann se instaló aquí desde Noruega a finales del siglo XIX, lo que hizo que le siguieran muchos otros colonos noruegos entre otros inmigrantes escandinavos, lo que le valió a Petersburg el apodo de «Pequeña Noruega». Al visitarla, verás muchas banderas noruegas e incluso una réplica en miniatura de un barco vikingo. Aprende más sobre la cultura, el arte y la vida de los residentes de la ciudad en el Museo Conmemorativo Clausen, y en el Parque Eagles Roost, los observadores de aves pueden ver águilas calvas. La pesca, la recogida de bayas, el senderismo, el paseo por la playa y la observación de la fauna son actividades muy populares aquí. Además de águilas calvas, hay focas, ballenas, leones marinos, lobos, osos negros, alces, ciervos y cisnes trompeteros.
11. Valdez
La ciudad de Valdez, situada en el puerto de Valdez, en la cabecera de un fiordo de 11 millas de largo en el estrecho de Prince William, se asocia a menudo con su terminal de petróleo para el oleoducto Tran-Alaska, pero durante miles de años, los pueblos nativos Chugach y Ahtna utilizaron la zona para el comercio de cobre, pieles y jade, así como para la pesca. Las montañas Chugach protegen la zona, manteniendo el puerto sin hielo durante todo el año. Ofrece un paisaje asombroso, con exuberantes bosques tropicales, cascadas, majestuosas montañas, glaciares y abundante vida salvaje, tanto en el mar como en la tierra.
12. Girdwood
Conocida originalmente como la Ciudad de los Glaciares, Girdwood está rodeada por siete glaciares, a sólo 47 millas al sur de Anchorage. A lo largo del trayecto, se ven con frecuencia ballenas beluga, ovejas de Dall y águilas calvas, y justo en Girdwood también se pueden ver osos pardos y alces. Para garantizar el avistamiento, puedes acercarte a todo tipo de criaturas como lobos, osos, alces, coyotes, bisontes, renos, alces y bueyes almizcleros en el Centro de Conservación de la Vida Salvaje de Alaska, que rescata animales heridos, enfermos y huérfanos. Para obtener una vista impresionante del paisaje desde arriba, sube al tranvía del monte Alyeska hasta la cima del monte Alyeska.
13. Craig
El mágico pueblo de Craig, que sólo cuenta con unos 1.250 habitantes en la costa occidental de la Isla del Príncipe de Gales, es un lugar del que apenas se habla, pero es absolutamente impresionante. Ofrece acceso al Bosque Nacional Tongass, pesca, senderismo, observación de la vida salvaje y mucho más. Si coges un chárter de pesca, puedes probar tu suerte capturando salmones reales de tamaño trofeo, luchando contra pejerreyes y fletanes de tamaño monstruoso. En el agua, es muy probable que veas jorobadas y otros animales marinos como focas, leones marinos y nutrias de mar.
14. Wrangell
Esta remota isla del sureste de Alaska sólo tiene una población de unos 2.400 habitantes, pero está repleta de vida salvaje y de una sorprendente belleza natural. Los visitantes pueden experimentarlo todo, incluyendo un montón de aventuras al aire libre como el kayak de mar y la pesca de fletán y las cinco especies de salmón. Estés donde estés, observa las águilas, las aves costeras, las garzas y los pájaros cantores que surcan los cielos y salpican los árboles. Una variedad de recorridos en barco puede llevarte a ver osos negros y pardos, leones marinos, ballenas, focas de puerto, aves migratorias y águilas. También puedes ver las cataratas Rainbow y visitar atracciones como la Casa Tribal del Jefe Shakes, el Parque Totem y el Museo de Wrangell.
15. Moose Pass
Si te diriges hacia el sur por la pintoresca carretera de Seward desde Anchorage durante unos 160 km, unos 50 km antes de llegar a Seward, llegarás al diminuto pueblo alpino de Moose Pass, a orillas del lago Upper Trail, rodeado por el bosque nacional de Chugach. Es tan pequeño, con sólo unos 200 habitantes, que podrías perderlo si parpadeas, pero es increíblemente pintoresco. Recibió su nombre en 1903, cuando un alce se interpuso en el camino del equipo de perros de un cartero, y todavía hoy hay muchos de estos animales. Algunas de las actividades populares aquí son el senderismo, la recogida de bayas, la observación de aves y la pesca, especialmente de truchas y tímalos.
¿Qué te han parecido los pueblos de Alaska? Son realmente hermosos y con mucho encanto. ¿No crees? Sin lugar a dudas, merecen varias visitas. ¿Te animas a visitarlos?